viernes, 17 de abril de 2009


Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 15 de octubre de 2008


Sra. Presidente de la Nación
Dra. Cristina Fernández de Kirchner
Su Despacho:

De mi mayor consideración,
Primero que nada, me presento. Me llamo Oscar Alberto Pérez, tengo 22 años y solo soy un joven humilde que viene del norte del país, siguiendo una causa, una misión, un ideal, el cual es fruto de mi propia voluntad, moldeada por la formación moral que recibí de parte de mí familia.
Antes de llegar a usted, el día domingo 5 de octubre llegué a la Basílica de Nuestra Señora de Luján cargando sobre mis hombros una cruz de palo santo, la cual es denominada: “La Cruz de los jóvenes argentinos”.
He salido de la Iglesia Catedral de la Ciudad de Resistencia, Chaco el pasado domingo 17 de agosto. Sabía que el camino sería muy difícil, pero también sabía que era necesario hacerlo ya que valía la pena.
Juan pablo II en la XVIII Jornada Mundial de la Juventud nos decía: “También vosotros, queridos jóvenes, os enfrentáis al sufrimiento: la soledad, los fracasos y las desilusiones en vuestra vida personal; las dificultades para adaptarse al mundo de los adultos y a la vida profesional; las separaciones y los lutos en vuestras familias; la violencia de las guerras y la muerte de los inocentes. Pero sabed que en los momentos difíciles, que no faltan en la vida de cada uno, no estáis solos: como a Juan al pie de la Cruz, Jesús os entrega también a vosotros a su Madre, para que os conforte con su ternura”.
En el camino a Luján aprendí mucho y conocí a personas de un gran corazón, quines me demostraron que esta causa, este ideal merecía ser llevado a cabo.
Al ir avanzando por distintos pueblos en el camino a Luján, la realidad me golpeó fuertemente, pero por otro lado me di cuenta de que aún existe la posibilidad de un cambio que defina el futuro de esta Patria Grande y, dicha posibilidad no sólo existe en manos de jóvenes comprometidos con la grandeza de nuestra Nación, sino que también existe con la esperanza puesta en Aquél que nos conforta, se podrá hacer realidad tal utopía de manera rápida e irrenunciable.
Llegar a la Basílica de Nuestra Señora de Luján fue posible, recorrer a pie más de 1000km., fue posible.
Una tarde cualquiera del mes de julio del corriente año, sentí la necesidad de hacer un replanteo de mi vida y, de esa manera me di cuenta que nunca me faltó un plato de comida, nunca me faltó abrigo en el invierno, nunca supe lo que era tener sed, frío, o dormir en la calle.
Nunca me faltó una familia, nunca me faltaron amigos, nunca me sentí solo. Me di cuenta que tuve muchísimo a diferencia de otros hermanos míos de mi país que carecen de todo, son pobres a nivel material y es triste que lo diga, pero muchos también son pobres a nivel espiritual y están como olvidados en esta sociedad consumista, gritan en silencio que se los ayude pero muchas veces los dejamos de lado.
Después del replanteo que hice de mi vida y que mencioné anteriormente, tomé la Cruz de los jóvenes argentinos y comencé el recorrido de más de 1000km. que me condujo a la Basílica de Nuestra Señora de Luján.

El proyecto que decidí emprender genera los siguientes objetivos:

1º) Crear una Delegación Argentina de Jóvenes para representar a nuestro país en la próxima Jornada Mundial de la Juventud, la cual tendrá lugar en 2011 en Madrid, España.

1.1- Para llegar a la creación de la Delegación Argentina de Jóvenes se considera necesario la posibilidad de realizar una Jornada Provincial de Juventud, una por mes, variando las sedes, de provincia en provincia, hasta realizarlas en todo el país.
1.2- Si bien la Jornada Provincial de la Juventud será una expresión local y reducida con respecto a lo que es la Jornada Mundial, se considera muy oportuna a la misma para reunir a jóvenes de distintos sectores de la sociedad para vivir dicha experiencia y de esa manera llegar a una unificación de criterios que permitan o posibiliten el desarrollo de nuevas ideas para aplicarlas en la construcción de un nuevo país, un país para todos.
1.3- La Jornada Provincial de la Juventud tiene su razón de ser en un ámbito religioso, pero contará además, dentro de la misma con una jornada especial donde se aborden temas relacionados a la historia de nuestra Nación con un objetivo particular en cada jornada el cual consiste en la elaboración de un documento de la juventud que esté basado en la verdadera identidad nacional.
1.4- Según o expresado en el Inciso anterior la Jornada Provincial de la Juventud dará innumerables frutos a nivel local en cada provincia como así también a nivel nacional debido a la pluralidad de pensamientos de los jóvenes que participen de las mismas. Dichos frutos serán aplicados consecuentemente en cada provincia siguiendo verdaderos criterios de justicia, respeto y un gran compromiso por el bien común de la Patria.
1.5- Para el cumplimiento efectivo de lo mencionado, le solicito a Usted como Presidenta de la Nación Argentina, mi Presidenta, me ayude y posibilite la organización de las Jornadas Provinciales para Jóvenes, apoyándonos en el otorgamiento de los recursos (traslado, alojamiento y racionamiento) para que grupos de jóvenes procedentes de distintas localidades podamos reunirnos y preparar de esa manera la Delegación Argentina para que represente a nuestro país en la próxima Jornada Mundial de la Juventud que se realizará en 2011.
La Cruz de los jóvenes argentinos luego de recorrer todo el país y llegar a tantos jóvenes como sea posible tendrá su descanso físico y espiritual en el Cementerio Argentino de las Islas Malvinas junto a los jóvenes que en fiel cumplimiento de la más noble misión como es la defensa de los Intereses de la Patria, dejaron sus vidas allí.
“Cuando la Patria esta en peligro, todo esta permitido, excepto, no defenderla” (José de San Martín).


El Padre de la Patria lo decía y hoy más que nunca cada ciudadano argentino tiene la obligación de defender los intereses de la Patria y por sobre todo defender a los niños de nuestra Nación. Y, es aquí donde le presento la segunda petición de esta presentación.
2º) Esta más que claro que en muchos lugares de nuestro querido país existen niños que corren infinidades de riesgos, moldeados por la triste realidad del abandono, de la misma pobreza y más aún por la carencia de afecto.
A mi en particular no me toco vivir nada de eso, es más, nunca me faltó nada y, me gustaría realizar un pequeño aporte a la sociedad creando un hogar para niños de la calle en mi ciudad, donde tengan un plato de comida, ropa, sean educados y por sobre todo sean queridos.
¡Que hermoso sería lograrlo! Y mucho más hermoso sería ver el día de mañana que de ese hogar salgan hombres y mujeres de bien, salgan verdaderos argentinos y argentinas que vivan por el bien común de todos los ciudadanos de esta nuestra tierra.
Usted mi Señora Presidenta dijo que eso se puede cambiar un país con un buen gobierno en sus tres poderes. Para cambiar un país hace falta un buen gobierno y una buena sociedad donde cada uno de los ciudadanos sepa que todos los días, cuando toma decisiones, está también construyendo el modelo de sociedad en la que se quiere vivir. Y, justamente de esto se trata, soy un ciudadano de este país que ha tomado una decisión irrenunciable y de la cual no he de arrepentirme.
El general San Martín decía que “para los hombres de coraje se han hecho las empresas” y, así como usted recibió el honor más grande que una argentina puede tener, convirtiéndose en Presidenta de todos los argentinos se hizo cargo de una gran responsabilidad en vistas al Bicentenario, yo también tengo una responsabilidad desde el lugar en que me toca vivir y la misma me obliga a solicitarle me ayude a crear el hogar de niños que le he mencionado; poseo la voluntad y la firmeza necesaria, pero en la actualidad no cuento con los recursos para hacerlo realidad. Cuento con numerosos amigos, también jóvenes, que comparten el entusiasmo por este proyecto, que está a su disposición y de sus colaboradores para concretarlo.

2.1- Entendiendo que para concretar la creación de un hogar de niños es necesario adaptarse a determinadas normas vigentes de dicha materia en particular, por lo tanto me comprometo a presentarle en un termino no mayor a los tres meses toda la información y/o documentación que se me requiera para de esa manera acceder a la creación de tan anhelado hogar para niños.
El cuarto eje de mi exposición hace referencia a la necesidad de una urgente reconstrucción de este hermoso país.
Mi Señora Presidenta de la Nación, estamos viviendo un tiempo muy condicionado por estereotipos que no nos pertenecen, es más, que dañan gravemente a nuestra cultura y es necesario rescatar los valores que engrandecen a esta Patria, los cuales nos fueron legados por el Gral. Don José de San Martín.
La juventud esta siendo “usada” por modelos de personalidad provenientes de otros países, con lo cual se da lugar a una generación que adopta o mejor dicho se divide en grupos denominados “tribus urbanas”, los cuales solamente empobrecen la formación educativa, cívica y moral de gran parte de nuestra valiosa juventud. Y, para hacerle frente a esto, entre otras cosas se necesita un cambio profundo en el modelo educativo y de esta manera aumentar los contenidos que hacen a la historia de nuestro país.
También como usted se habrá dado cuenta, la sociedad esta muy dividida. El Padre de la Patria nos decía: “Divididos seremos esclavos, hagamos un esfuerzo de patriotismo, depongamos resentimientos particulares, y concluyamos nuestra obra con honor”.
Y cuando digo dividida me refiero a que se presenta la triste imagen de ricos y pobres, de blancos y negros y así me puedo cansar de nombrarle categorías que a mi entender lo único que genera es una gran división y de esta manera la Patria se debilita.
Es tiempo de poner punto final a esto y hablar de una sola categoría, una de argentinos y argentinas y esto es algo que usted ha mencionado muchas veces.
Mi Señora Presidenta, he visto con mis propios ojos imágenes muy dolorosas, inhumanas, tristísimas, que hablan de una gran pobreza, he visto como hermanos aborígenes de mi provincia, que también son argentinos, mueren de hambre, carecen de agua potable y a nivel personal siento una gran impotencia porque no puedo ayudarlos. Se que esta dura realidad Usted la conoce, pero me veo en la obligación de contársela.
Hoy en día el pueblo se enfrenta al pueblo, no hace falta la presencia de un enemigo exterior, es una cruda realidad pero es así.
El Bicentenario está a la vuelta de la esquina y hoy más que nunca necesitamos la ayuda de argentinos y de argentinas que vivan por el Interés de la Patria, defendiéndola, haciéndola cada día mas grande, más digna, convirtiendo este país en un país para todos, donde no se excluya a nadie y los buenos valores como así también las buenas costumbres nos identifiquen en el mundo.
La lucha por un país mejor es una responsabilidad de todos, tanto de Usted como Presidenta de todos los argentinos, como así también es mi responsabilidad; soy un simple joven argentino, un simple ciudadano, y al igual que un dicho del Gral. Belgrano: “Mucho me falta para ser un verdadero padre de la Patria, me contentaría con ser un buen hijo de ella”.
Y he llegado al ultimo eje que le desarrollaré; Usted ha dicho: “Quiero también reafirmar, una vez más, nuestro reclamo irrenunciable e indeclinable a la Soberanía sobre Nuestras Islas Malvinas y llamar al país ocupante, que en todos los foros internacionales luce como adelantado y respetuoso, que hay una situación de enclave colonial aquí denunciado ante Naciones Unidas y que es hora de volver a cumplir el mandato de esas mismas Naciones Unidas de las que todos formamos parte”.
Mi Señora Presidenta: hay una historia que no morirá, una historia que habla de…una lejana tierra cautiva, donde el cóndor se enfrentó al león del imperio, una historia que habla de corazones valientes, de bravos soldados, de gauchos envueltos en ponchos de combate, de potros salvajes del cielo que se cubrieron de gloria guapeando en el aire, una historia donde hijos de la Patria derramaron su sangre caliente en frías islas del Atlántico Sur, una historia donde peces de metal representados hasta la eternidad por un Belgrano de acero navegaron en aguas heladas cubiertas por fuego enemigo, una historia que habla de una bravura tal donde muchas veces el sapucai y el “Viva la Patria” sobrepasó y calló las armas enemigas, como un grito que se expande desde 1982 hasta la eternidad.
Mi Señora Presidenta, esta historia corresponde a la Guerra de Malvinas, guerra en la cual muchos hijos de nuestra Patria dejaron sus vidas allí, quedaron en Malvinas a la espera de que algún día volvamos. Otros valientes hijos volvieron; ellos son quienes nos cuentan personalmente esa parte de la historia, enorgulleciéndonos y llenándonos de Amor por la Patria.
Hay una historia que no morirá, ni será en vano la sangre derramada, no se los olvidará.
Es necesario y de manera urgente que el pueblo argentino recupere el Amor por la Patria , es necesario que se recupere el respeto por los símbolos patrios, por las Instituciones del Estado y, por otra parte sin intención de agredir a nadie, así como se llena la Argentina de jóvenes que se autodenominan “floggers, emos u otros calificativos” es imprescindible “malvinizar” todo el Territorio Nacional Argentino, es necesario crear una nueva generación de jóvenes que vivan por la Patria , que sepan que alguna vez existió un hijo honorable que el mundo conoce como General Don José de San Martín, y también recordar a aquel hijo que de los colores del cielo sacó y creo nuestra Bandera Nacional.

Mi Señora Presidenta de la Nación, a continuación le presento una serie de objetivos que a mi entender los considero realizables en su totalidad, pero que Usted sabrá si es posible la aplicación de los mismos, los cuales están destinados a devolver al pueblo argentino el sentimiento de amor por la Patria y por NUESTRAS QUERIDAS ISLAS MALVINAS, LAS CUALES FORMAN TAMBIEN PARTE DE NUESTRA PATRIA GRANDE.

1.- Le ruego instrumente las decisiones políticas e institucionales para que la nueva Ley Nacional de Educación, en lo que atañe a los contenidos sobre la Causa de Malvinas (Artículo 92, inciso b), se realice plenamente, y no queda en “letra muerta”.

2.- Utilización obligatoria en todos los uniformes de estudiantes primarios y secundarios de nuestro país de un escudo donde aparezcan las Islas Malvinas.

3.- Incorporación en todos los portales de Internet de organismos oficiales de la República Argentina de la imagen de las Islas Malvinas con la correspondiente leyenda: “Volveremos”.

4.- Incorporación en todos los medios de transporte que sean regulados por la CNRT de la imagen de las Islas Malvinas con la correspondiente leyenda: “Volveremos”.

5.- Incorporación en las boletas de impuestos que los argentinos y argentinas pagan mensualmente de la imagen de las Islas Malvinas con la correspondiente leyenda: “Volveremos”.

6.- Incorporación de la imagen de las Islas Malvinas con la correspondiente leyenda: “Volveremos” en la indumentaria de todos los deportistas argentinos que desarrollan sus actividades en el ámbito nacional, como así también con las delegaciones y seleccionados que participan de torneos, campeonatos y encuentros en el exterior representando a nuestro país.

7.- Incorporar en todas las Universidades Públicas del país murales que hablen de la Gesta de Malvinas y de nuestros héroes que entregaron sus vidas por la defensa de nuestros intereses.

8.- Presentación durante el mes de abril de cada año en todas las salas de teatros públicos, centros culturales y galerías de arte, de exposiciones sobre la Guerra de Malvinas, obras de teatro, charlas y audiovisuales con un claro mensaje “MALVINIZADOR” y no lo contrario.

9.- Creación en el lugar de origen de cada hijo de la Patria caído en Malvinas, de un Paseo, Plaza, Parque entre otras opciones dirigidas al Honor y al recuerdo de dicho caído en combate.

10.- Implementación urgente de otras medidas similares o más detalladas que hagan a la esencia de esta causa, que “Malvinicen”, que sirvan de Homenaje a todos los Hijos de la Patria que defendieron nuestros intereses en la Guerra de Malvinas y principalmente al recuerdo y eterno homenaje a todos los que dejaron sus vidas en tal Gesta Patriótica.


Es necesario crear una nueva Nación y para ello todos los argentinos somos convocados a esta misión tan digna, noble y por sobre todo irrenunciable.
Usted, Señora Presidenta de la Nación a dicho: “¡Quiera Dios y me ilumine para que me equivoque lo menos posible, que me ayude a escuchar, que me ayude a decidir. Lo voy a hacer como siempre he hecho todas las cosas que he emprendido en mi vida: con mis convicciones, con mis ideas y, por sobre todas las cosas, con mi inmenso y eterno compromiso con la Patria!”
Confío en Usted, en sus palabras y en su gestión de Gobierno. Por ello me veo en la obligación de pedirle ayuda para realizar los ejes mencionados.
Desde este momento y desde el lugar en que me toca vivir he decidido comenzar la lucha por un país mejor y por sobre todo he decidido empezar a luchar para que algún día pueda volver a ver flamear mi bandera en las queridas Islas Malvinas.
Pido a Dios me guíe por el camino correcto, pido que me ayude a vivir coherentemente por esta causa y si fuera necesario, ¡Por Dios, Por la Patria y por mi Familia, deseo morir como un verdadero argentino!
Sra. Presidenta de la Nación Argentina, Dra. Cristina Fernández de Kirchner, he finalizado mi exposición.
Hasta el día en que pueda conocerla personalmente y estrecharle la mano en señal de agradecimiento por lo que pueda hacer por mi pedido y por lo que hace por el país, la saludo con todo el respeto que usted se merece.






Oscar Alberto Pérez
D.N.I 32.300.139
Ameghino 1901. Resistencia Chaco
Tel: 03722-447213/03722-15260751

Capital Federal. Montevideo 641 2do Piso
Tel: 4372-7538
Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas e Islas del Atlántico Sur

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